En el artículo de hoy vamos a hablar de las propiedades de la miel y de por qué debemos incluirla en nuestra dieta habitual.
Las propiedades de la miel
La miel es uno de los alimentos más completos gracias a la gran cantidad de propiedades que tiene además de la energía extra que aporta, ideal para aquellos que practiquen deporte o tengan una vida activa.
No obstante, en el mercado podemos encontrar una amplia variedad de tipos de miel dependiendo fundamentalmente de la variedad de abeja así como de las flores a partir de las cuales se procede a su fabricación.
El componente principal de la miel son los monosacáridos, los cuales suponen el 80% de la misma. Estos azúcares simples son asimilados directamente por el cuerpo. En menores cantidades podemos encontrar agua, ácidos orgánicos, dextrina, proteínas y aminoácidos entre otros.
Todo este conjunto se suma a los minerales y vitaminas como son el caso del potasio y el fósforo, vitamina B, vitamina C, ácido pantoténico, enzimas, etcétera.
Los beneficios de la miel
La miel tiene una gran cantidad de beneficios que permiten desde aportarnos una energía extra, hasta propiedades antisépticas, evitando así la aparición de infecciones. Otra característica es que nos ayuda a disminuir las molestias que podamos tener en nuestra garganta y estómago, llegando incluso a ser beneficiosa para las personas que padecen de úlceras gástricas.
En el caso de que estemos enfermos, la miel nos ayuda tanto a bajar la fiebre como a calmar nuestra tos.
También es responsable de la mejora de nuestro sistema inmunológico además de que ayuda a la cicatrización de las heridas.
Estas y otras muchas son las razones por las que debemos incluir la miel en nuestra dieta diaria.
