El ejercicio generalmente es como la enfermedad, es decir, no discrimina, por lo tanto todas y cada una de las personas pueden hacer ejercicio y dejarse beneficiar por los efectos positivos que este provoca en la mente y el cuerpo de las personas ya que, sin duda puede beneficiar a casi todas las personas.
Generalmente y cuando no sucede nada anormal con nuestro cuerpo y nuestra salud, la mayoría de las personas pueden a realizar programas de ejercicios de manera moderada por sí solos, como por ejemplo caminatas, abdominales, lagartijas, sentadillas, entre muchos otras rutinas más, aunque si usted piensa que podría ser una persona que no puede realizar ejercicios de manera segura por alguna extraña razón, entonces es necesario que acuda con su médico mucho antes de someterse a nuevos programas de ejercicio para que éste al tanto de sus actividades y las apruebe o aconseje otras que en realidad necesite.
Por si fuera poco, será altamente necesario que su doctor de cabecera esté enterado si usted sufre de problemas con el corazón, si padece de presión alta, si sufre de artritis, si se siente mareado a menudo o si padece de dolores en el pecho ya que, en caso de que así suceda entonces le deberán de recomendar otros ejercicios que no le afecten del todo a su salud.