Como ya se sabe, no siempre se debe ni se puede seguir siempre los mismos tipos o modos de dieta, ejemplo de ello es la conocida como dieta de la competición, una dieta que como su nombre lo dice para prepararnos para cualquier competición ya sea de fútbol, ciclismo, running, natación, entre otras.
Algo que se deberá de tener en cuenta es que debido al estrés que una competición genera, los deportistas suelen aumentar su motilidad intestinal, lo que podría, en el peor de los casos, llegar a desencadenar algunas enfermedades como, por ejemplo, la diarrea.
Por esto, se aconseja que la dieta para antes de competir, sea alta en carbohidratos y lo más baja posible en grasas y fibra durante los días previos a la competencia a desarrollar.
Cuando se trate del día de la competición, la comida se tiene que realizar al menos 3 horas antes del ejercicio, para así poder asegurar un correcto vaciamiento gástrico, reservas de glucógeno óptimas y claro, una glucemia normal.
Previo a la competición se recomienda:
- Incluir una ración de pasta o arroz
- Evitar legumbres o ensaladas crudas
- Disminuir el aporte de glucógeno para facilitar la digestión y el vaciado gástrico. Elegir pescado
- sobre carnes rojas, acompañándolo con patatas hervidas o al horno
- Acompañar con pan blanco y no utilizar integral
- Tomar yogur desnatado como postre
- Beber agua, para asegurar una hidratación óptima.
