Seguidamente vamos a hablar de las calorías negativas, un concepto que en ocasiones puede llevar a confusión pero que vale la pena conocer especialmente si estamos en proceso de perder peso.
Qué son las calorías negativas
En primer lugar debemos tener en cuenta que no existe ningún alimento en todo el mundo que no aporte calorías, es decir, no existen alimentos no calóricos.
Por ello, el concepto se basa fundamentalmente en que cada alimento nos aporta una serie de calorías pero también nos permite, mediante distintos sistemas, consumir otra cantidad de calorías que generalmente es distinta.
Los alimentos que nos hacen engordar nos aportan más calorías de las que nos permiten quemar, pero también están otros alimentos que son aquellos que consumen una mayor cantidad de calorías durante su metabolización en comparación con las que aporta.
Por ello es importante tener siempre a mano este tipo de alimentos e incluirlos en nuestra dieta habitual para reducir el consumo calórico.
Alimentos con calorías negativas
En realidad existen muchos alimentos que podrían ser considerados de calorías negativas, pero fundamentalmente se encuentran englobados en las verduras y las frutas.
Podemos destacar los espárragos, el melón, la zanahoria, el brócoli, la remolacha, la berenjena, el apio, la escarola, las alcachofas, los puerros, el limón, los guisantes, la lechuga, el pepino, el apio, los plátanos, los arándanos, las cerezas, las manzanas, los albaricoques, las moras, los higos, las ciruelas, el kiwi, los nísperos, las naranjas, la piña, la granada, la ciruela, las fresas, etcétera.
No obstante, también encontramos otros alimentos como es el queso bajo en grasa, el pescado fresco hervido, la clara del huevo, el pavo, los pepinillos, etcétera.
Gracias a estos y otros alimentos similares podremos comprobar que, por norma general, al consumirlos y metabolizarlos en realidad estaremos reduciendo calorías, y de ahí que se consideren alimentos de calorías negativas.